Debido a sus recursos naturales disponibles y ubicación geográfica, hay algunos países en el mundo que dependen casi por completo de una sola industria. Por ejemplo, algunos países del Medio Oriente dependen en gran medida de la industria petrolera. En otras partes del mundo, la agricultura y la minería son industrias que generan un porcentaje dominante del producto interno bruto (PIB). En muchos casos, cuando una industria domina, tiende a arrastrar al resto de la economía de un país, ya que todas las empresas se apresuran a ser proveedoras del mayor cliente.

En Chile, el producto de exportación número uno es el cobre. Durante los últimos 50 años, el país se ha embarcado en un esfuerzo coordinado por diversificarse de la industria minera del cobre invirtiendo en agricultura, forestal y silvicultura. Sin embargo, solo ha logrado hacer una pequeña mella en el dominio de las exportaciones de cobre.

La industria de vehículos aéreos no tripulados tiene el potencial no solo de ayudar a Chile a diversificar su economía, sino también a mejorar las operaciones en su sector predominante de minería del cobre. Actualmente, Chile es uno de los países más activos en lo que respecta al uso de UAV en aplicaciones mineras. La tecnología ahora sirve a una industria obsesionada con la seguridad y la reducción de la cantidad de accidentes e incidentes en sus gigantescas minas de cobre a cielo abierto.

Una empresa en particular, Robomotic de Santiago, Chile, ha dedicado toda una línea de investigación y desarrollo para crear productos únicos para los sectores de minería y seguridad pública. Nos pusimos en contacto con Alberto Munizaga, fundador y propietario de Robomotic para una fascinante y exclusiva entrevista sobre los productos y mercados de su empresa.

"Todo comenzó en el 2016 cuando noté que los drones que se conseguían listos para usar eran muy limitados en términos de aplicaciones comerciales y de calidad profesional". Dijo Alberto reflexivamente: "Era como si los drones estuvieran destinados a ser juguetes, y vimos la oportunidad de convertirlos en máquinas de producción con un inmenso potencial para ahorrar dinero y vidas".

Robomotic no se trata exclusivamente de vehículos aéreos, también diseñan y fabrican robots terrestres que podrían ser autónomos o controlados remotamente para tareas peligrosas, como monitoreo de incendios, escenas de crímenes activas y operaciones mineras subterráneas y a cielo abierto.

"Cuando nos contacta un cliente con una necesidad muy específica, trabajamos juntos para diseñar el mejor vehículo que se adapte a los detalles de la tarea". Alberto dijo con entusiasmo: "A veces la solución implica un pequeño robot terrestre con un sensor suministrado por el cliente y juntos diseñamos los protocolos que seguiría la máquina en la ejecución de las tareas. Es un mundo fascinante en el que trabajamos con profesionales que necesitan un trabajo complejo y especifico y nos orgullecemos en poder diseñar y fabricar el robot para hacerlo".

Las normas chilenas que regulan el uso de UAVs son muy estrictas, especialmente en términos de espacio aéreo y restricciones al uso de UAVs sobre ciudades. Robomotic ha desarrollado soluciones increíbles, especialmente para la entrega de paquetes, la seguridad pública y la minería, pero las estrictas regulaciones sobre el espacio aéreo urbano han impedido su despliegue.

"Nuestro modelo de negocio se basa principalmente en la relación uno a uno con grandes corporaciones privadas e importantes agencias de seguridad pública, pero desafortunadamente la mayoría, si no todos, nuestros proyectos están restringidos a áreas rurales". Alberto dijo con cautela: "El crecimiento de nuestra empresa en particular y de la industria robótica en general está inseparablemente ligado a las regulaciones sobre vuelos en zonas urbanas. Una vez que la agencia reguladora abra las puertas a vuelos no tripulados más allá de la línea visual del operador en entornos urbanos y amplíe las restricciones basadas en el peso de la aeronave, veremos una explosión de aplicaciones y beneficios".

Cuando el tema de las limitaciones por reglamentos salió a colación, la eterna cuestión del tiempo de vuelo de los drones comerciales surgió como una limitación técnica que debe abordarse.

"¡Vivimos en un mundo de negociaciones e intercambios!" Exclamó Alberto emocionado: "Si el cliente quiere largos tiempos de vuelo, entonces debemos reducir la carga útil. No existe el dron con largos tiempos de vuelo y cargas pesadas; al menos no con aeronaves puramente eléctricas. Hemos propuesto tiempos de vuelo más largos mediante el uso de combustibles de hidrógeno y modelos de energía híbridos, pero los precios suben en órdenes de magnitud y los clientes prefieren mantenerse con tecnologías accesibles y disponibles".

En el mundo de los vehículos no tripulados comerciales de grado profesional, vemos un futuro brillante para compañías como Robomotic, que se han especializado en el modelo de negocio a negocio (B2B) y están a gusto con producir unidades de alta calidad y muy especializadas a un precio superior, en lugar de competir con los gigantes productores en masa de la industria.