Desde que comencé a escribir sobre el fascinante mundo de los drones, me sorprendió el desconocimiento de esta nueva generación de aviadores sobre la aviación tradicional, especialmente las áreas contiguas a los aeropuertos. La mayoría de los accidentes en aviación ocurren durante las fases de vuelo bajo y lento, es decir, más cerca del lugar de salida o llegada, también conocidos como despegue y aterrizaje, los cuales ocurren siempre en aeropuertos, excepto en casos catastróficos.

Debido a que los drones no necesitan aeropuertos, la mayoría de los pilotos de drones (UAV, por sus siglas en inglés) son competentes en la operación de sus aeronaves sin siquiera haber puesto un pie nunca en una parte tan crucial del rompecabezas de la aviación general tradicional. Esta desconexión podría ser el origen de algunos de nuestros grandes malentendidos cuando tratamos de integrar aeronaves tripuladas y no tripuladas en el espacio aéreo nacional (NAS).

¿Cómo podemos integrarnos y operar simultáneamente en un entorno tan arriesgado y donde hay tanto en juego cuando ni siquiera hablamos el mismo idioma? El famoso Part 107 del 2016 vino a resolver algunos de estos problemas cuando obligó a los pilotos de drones a aprender el idioma de la aviación tripulada, el clima, los Avisos a los Aviadores (NOTAM) y una mejor comprensión del entorno del aeropuerto, sin embargo, solo obliga al piloto a familiarizarse con la teoría del aeropuerto, no la realidad ni la cotidianeidad de estos grandes centros de comienzo y final de vuelos tripulados.

Algunas empresas especializadas en tecnologías UAV como Iris Automation, que están dirigidas por pilotos, han realizado un esfuerzo coordinado para llevar el lenguaje del vuelo tradicional a esta nueva generación de entusiastas y, con ello, están contribuyendo a cerrar la brecha entre la aviación tripulada y la no-tripulada.

Ahora, una compañía satelital con una importante inversión en el desarrollo de soluciones de gestión de tráfico aéreo no tripulado (UTM) ha decidido asociarse con un sistema aeroportuario para comprender mejor cómo interactuarán estas tecnologías sin piloto en el ecosistema aéreo más delicado.

Inmarsat una empresa de satélites con sede en Londres ha llegado a un acuerdo con la Generalitat de Catalunya en España, para transformar el Aeropuerto de Lleida-Alguaire  en un centro europeo de excelencia para promover la innovación en la gestión del tráfico aéreo (ATM) y la gestión del tráfico sin tripulación (UTM).

Mark ter Hove

Nos comunicamos con Mark ter Hove, gerente sénior de AAM en Inmarsat para una conversación fascinante sobre el desarrollo de una tecnología que permitiría la integración total de aeronaves con y sin tripulación en las cercanías de los aeropuertos.

“Estábamos buscando un aeropuerto adecuado en Europa para que sirviera como campo de pruebas para el desarrollo de un sistema integrado de control de tráfico aéreo (ATC) que pudiera manejar aeronaves tripuladas y no tripuladas sin agregar carga de trabajo adicional a los controladores aéreos”. Mark dijo reflexionando, “Situado aproximadamente a 5 millas de la ciudad de Lleida, el aeropuerto de Lleida-Alguaire está poniendo sus servicios de pista, aeródromo completo y control de tráfico aéreo a disposición de una serie de programas avanzados de investigación de movilidad aérea de Inmarsat. El nivel de actividad de este aeropuerto es perfecto para estas pruebas. Nuestro mantra será 'Innovar, Demostrar, Validar y Replicar'”

Estimados recientes anticipan que para el 2030 habrá 40 veces más drones comerciales que volarán más allá de la línea visual del operador (BVLOS) que aviones en vuelos comerciales; esta colaboración entre Inmarsat y el aeropuerto de Leída-Alguaire puede significar una contribución importante y positiva para aliviar la futura crisis de capacidad del tráfico aéreo.

“En Inmarsat ya operamos una red confiable de satélites de comunicaciones que utilizan el espectro de banda L llamado ELERA, que se usa ampliamente en todo el mundo para una amplia variedad de propósitos, incluida la gestión de tráfico aéreo. Ahora estamos comenzando las pruebas para combinar esto con la tecnología móvil terrestre para garantizar una conectividad ininterrumpida, incluso en áreas de gran demanda, que ofrecerá enlaces de alta capacidad para aeronaves no tripuladas que operan en áreas urbanas, con el respaldo de la provisión de banda L altamente confiable, cobertura satelital y terrestre. Esto garantiza la redundancia para que la conectividad sea constante cuando se opera en áreas de poca cobertura en una red u otra, lo cual es vital para las operaciones seguras”, dijo Mark con entusiasmo, “Este enfoque multienlace, que también se combinará con una red pequeña y enfocada y formada por una constelación de satélites de órbita terrestre baja también se llama Inmarsat ORCHESTRA. Entre muchos otros beneficios para numerosas industrias, proporcionará un aumento del ancho de banda que ayudará a las autoridades de aviación civil de todo el mundo a adaptarse a este rápido aumento del tráfico. Por ejemplo, mediante el uso de inteligencia artificial y automatización dentro de las operaciones de gestión del tráfico aéreo para gestionar el tráfico no tripulado por excepción, no será necesario dedicar recursos escasos para seguir cada vuelo”.

Con los avances significativos realizados por las comunidades de movilidad aérea avanzada (AAM) mejor conocidos como taxis aéreos, en el futuro cercano se verá un aumento significativo en la demanda de espacio aéreo disponible. Las aeronaves AAM operarán en el mismo espacio aéreo de los drones y a baja altitud y, al mismo tiempo tendrán la alternativa de ocupar un espacio aéreo más alto donde normalmente reside la aviación tripulada. Es probable que las aeronaves AAM en zonas urbanas tengan doble capacidad: operar en un entorno UTM mientras transitan simultáneamente a través del espacio aéreo administrado. Esta demanda supondrá un desafío para las organizaciones de gestión del tráfico, ¿cómo enfrentar el aumento del volumen de tráfico sin dejar de ser rentables? Es probable que la respuesta se encuentre en la aplicación de Internet de las cosas (IoT), donde solo si se detecta una desviación del plan (por ejemplo, anomalías de velocidad, dirección y tiempo) se desencadenará una "política de gestión por excepción". La red ORCHESTRA de Inmarsat permite un intercambio constante de información a través del enlace ininterrumpido y muy superior al que existe hoy en día, la aplicación de System Wide Information Management (SWIM) garantiza el intercambio de información crítica entre los sistemas de seguridad automatizados.

Esta colaboración es solo un elemento de un esfuerzo de Inmarsat conocido como Velaris que incluye un conjunto de servicios satelitales de aplicaciones de seguridad UTM.

“Lo que estamos tratando de hacer en el aeropuerto de Lleida-Alguaire es solo el primer paso hacia una política más generalizada de introducir el concepto de “Drones para el bien” (Drones for Good) al permitir la entrega de medicamentos que salvan vidas, salvamento y vuelos no tripulados para seguridad pública.” Mark dijo con convicción: “Al demostrarle al público en general que los drones están aquí para contribuir al bienestar de la comunidad, estamos acelerando el eventual despliegue de los UAV como tecnología de cada día”.

Con respecto a los objetivos específicos del proyecto, Mark fue claro sobre los alcances iniciales de la asociación.

“Queremos terminar dos proyectos específicos al año”. Dijo resueltamente: “En el primer trimestre de 2023 es nuestro objetivo entregar el primero y continuaremos lanzando y entregando proyectos hasta que hayamos demostrado que los drones y las aeronaves tripuladas pueden coexistir en un entorno aeroportuario ocupado con suficientes protocolos de seguridad para merecer ameritar la expansión a otros aeropuertos”.

La perfecta ubicación geográfica de Lleida-Alguaire, así como el hecho de que contiene todos los elementos de un aeropuerto comercial típico, incluida una pista de 8.000 pies, aproximaciones por instrumentos de precisión y una agenda apretada (principalmente vuelos de entrenamiento y vuelos de aviación general), lo hace el lugar perfecto para estas pruebas. Al mismo tiempo carece de operaciones comerciales con pasajeros, lo cual reduce el riesgo de exposición al público y maximiza el valor de las pruebas.

También contactamos a Jordi Candela, Director de Aeropuertos Públicos de Cataluña para conocer su opinión sobre la asociación con Inmarsat.

“El acuerdo firmado con Inmarsat convierte al aeropuerto de Lleida-Alguaire en una plataforma innovadora para la movilidad aérea urbana”. Jordi dijo con convicción: “Hemos creado las condiciones adecuadas para el diseño y realización de las pruebas de aviación no tradicional en el contexto de un entorno aeroportuario convencional. La aviación tripulada y no tripulada tendrán que convivir en las dos fases más críticas del vuelo, el aterrizaje y el despegue, por lo que estos son los dos momentos que debemos examinar y aclarar más detenidamente y la infraestructura aeroportuaria de Lleida-Alguaire es el lugar correcto para hacerlo.”

Creemos que este esfuerzo de combinar un protocolo de comunicación ultra sofisticado por parte de Inmarsat para gestionar el tráfico no tripulado en un aeropuerto tradicional es tan importante que viajaré a España en octubre para ver por mí mismo el progreso y lo reportaré en la Parte 2 de esta serie.

Estén atentos…