El pasado 24 de agosto, Parallel Flight Technologies (PFT) anunció la renuncia de su CEO y cofundador Joshua Resnick, debido a motivos de salud. En el mismo comunicado de prensa, PFT anunció el nombramiento de Craig Stevens, un nuevo director ejecutivo, una persona con estrechos vínculos y años de familiaridad con el equipo de PFT.
Ese anuncio me trajo a la mente un tema que siempre me ha preocupado en este negocio de los drones. Todavía recuerdo como si fuera ayer mi conversación inicial con mi primer editor en Commercial UAV News, Jeremiah Karpowicz, cuando me preguntó sobre lo que me movió a escribir sobre drones y mi respuesta de tres puntos del 2016 sigue siendo válida hoy en día, primero los tiempos de vuelo de los UAV, segundo la responsabilidad del piloto al mando y tercero el hecho de que la aviación tripulada y la no tripulada son una sola industria.
¿Cómo es posible que después de ocho años cubriendo la industria, todavía estemos hablando de 25/30 minutos de tiempo de vuelo para la mayoría de los multicópteros pequeños y medianos?
La respuesta corta es: las baterías, y la respuesta larga es culpar a la industria de las baterías por su incapacidad para rejuvenecer la química que hace posible la portabilidad eléctrica. Pero ¿es justo culpar a toda una industria por un problema técnico tan complejo? La respuesta es no. Existen alternativas como el hidrógeno que son complejas y otras, como las configuraciones híbridas, que son más prácticas y factibles.
Una empresa que ha estado a la vanguardia de la tecnología híbrida es Parallel Flight Technologies y el reciente anuncio de su nuevo CEO generó preocupación entre los inversores sobre el futuro de la empresa y su tecnología. Con la idea de mantener la imparcialidad, debo comunicarles que soy uno de estos inversionistas que recibió la noticia de la partida de Joshua con aprensión. Inmediatamente me puse en contacto con PFT para programar una reunión con Craig, y tuvimos la oportunidad de tener esta conversación el pasado jueves 16 de noviembre.
"Joshua renunció a su cargo de CEO por razones de salud, pero siempre estará conectado con la familia PFT y sus dos cofundadores, Bobby y David". Craig dijo resueltamente: "Todo el equipo de PFT está impulsado por una misión común y nuestro lema de salvar vidas, propiedades y el medio ambiente se ve reforzado por nuestra creencia de que esta tecnología tiene el potencial de hacer las tres cosas en un período de tiempo relativamente corto.
Una de las principales funciones del director ejecutivo de una empresa nueva es levantar capital y Craig se ha incorporado a la empresa en un momento en el que la tecnología está a punto de pasar del prototipo a la versión Beta, lo que requiere mucho dinero y paciencia tanto por parte de los inversores como de los clientes potenciales. El vehículo insignia de PFT, llamado Firefly, es un UAV que combina la carga de objetos pesados y vuelos de larga duración.
“Recientemente recibimos una OTP (opción para comprar) de $1 millón de dólares del National Security Innovation Capital (NSIC), un programa dentro de la Unidad de Innovación de Defensa (DIU) del Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Quisiera resaltar algunos puntos importantes sobre este acuerdo: la adjudicación de este contrato es un fuerte voto de confianza en la aplicación y necesidad de nuestra tecnología en todo el Departamento de Defensa”. Craig dijo con confianza: “Este financiamiento no se diluye en el tiempo y es el primer paso de un acuerdo anticipado de varias partes en el que podremos agregar vuelos más allá de la visual del operador (BVLOS) a las capacidades de Firefly y acelerar las pruebas de confiabilidad. Considerando todo esto, esta es una gran victoria para nosotros y todos en el equipo están emocionados, aunque todavía tenemos mucho trabajo duro por delante”.
Uno de los aspectos más importantes de cualquier empresa emergente, especialmente en tecnología, es comprender y delinear claramente su diferenciador clave. PFT ha sido brillante al definir esto mediante el uso de un pequeño motor de combustión interna conectado a un motor eléctrico que tiene el potencial de resolver el problema de los tiempos de vuelo con sólo una pequeña fracción del consumo de combustible fósil de los aviones tripulados actuales.
"Desde el punto de vista técnico, recientemente completamos un vuelo de prueba de larga duración con aproximadamente 20 kilos, durante 1 hora, como parte del trabajo de nuestro contrato de Fase II del USDA". Craig dijo con orgullo: “También nos estamos preparando para varias demostraciones para clientes planificadas para las próximas semanas. Esperamos compartir en breve, actualizaciones de nuestro progreso y métricas de todo aquello que pasa tras bambalinas”.
Nuestro entusiasmo inicial por la tecnología y el equipo de PFT sigue siendo sólido hoy en día y continuaremos monitoreando e informando sobre su progreso. Está claro que necesitamos que más empresas adopten la postura de que las configuraciones puramente eléctricas para uso comercial no son viables con la tecnología de baterías actual y también requerimos que estas empresas “se pongan las pilas” en un esfuerzo por aumentar la carga útil y el tiempo de vuelo al mismo tiempo.
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